La difícil tarea del Director

La difícil tarea del Director

La difícil tarea del Director

Persona polifacética si las hay, el director, como experto equilibrista debe avanzar seguro sobre la cuerda en tensión entre la resolución de la inmediatez (soluciones prácticas) y la fundamentación teórica que sustenta valores y fines Institucionales.

En medio de los limites, normas y sanciones, debe fomentar la libertad, la creatividad, la motivación, el cuestionamiento…. estimular el cambio y al mismo tiempo sostener la identidad Institucional.

Se trata de múltiples y diversas decisiones diarias y acciones que deben estar orientadas hacia los fines profundos de la gestión, dándole consistencia y coherencia Institucional y personal que a la vez fundamentan su liderazgo sometido constantemente a grandes pruebas.

Los frutos de su gestión generalmente no se observan en la inmediatez, porque se amasan en el sustrato de lo profundo de la Institución.

Es la cara visible y de punto de enlace entre autoridades ministeriales, representantes legales, docentes, alumnos, familias, auxiliares, comunidad y todo aquel universo de entidades y personas que algo, en algún momento y por algún motivo se relaciona con la Institución. Todo debe pasar por sus manos o al menos contar con un guiño aprobatorio.

Como bien apunta el académico Gimeno Sacristán: “La escuela es una realidad pluridimensional donde no valen los esquemas analíticos de variables aisladas sino los esquemas complejos de unidades molares que es lo que la realidad educativa es”. La inmediatez con la cual se produce la mayoría de las situaciones de riesgo y de las situaciones problemáticas ante las cuales hay que actuar. Muchos de los fenómenos se producen con una inmediatez imprevisible, además de ser impredecibles.”

“Es una función solitaria llena de gente” Pocas veces recibe el merecido reconocimiento de sus superiores, en ocasiones cuestionados por sus equipos docentes y hasta criticado por algunas familias… casi no se conoce que existe su día especial para homenajearlo (28 de septiembre), es el que pocas veces recibe el saludo en el día del maestro, aunque disimuladamente lo espera impaciente. El Director debe aprender a soportar su ansiedad y muchas veces la angustia de la espera de los resultados que sueña y que siempre se dan a largo plazo y cuando por fin aparecen, emergen desde la entraña misma de la escuela como si siempre hubieran estado allí.

A diferencia de lo que la mayoría supone, el Director siempre debe hacer primero lo que DEBE, luego lo que PUEDE y finalmente, si lo logra, lo que QUIERE.

Pareciera una Misión Imposible la gestión directiva, sin embargo, la vocación genuina del maestro, la convicción del gran compromiso social asumido, su profesionalismo, el compromiso con su constante actualización, su natural liderazgo y templanza de espíritu hace posible cumplir tamaño desafío.

No todo docente puede, necesariamente, ser un buen directivo, pero si todo directivo debe ser un buen docente.

Porque, aunque su lugar ya no está en el aula, su mente, sus manos y su corazón sigue en ella más que nunca, poniendo todo su esfuerzo para que sus alumnos CREZCAN EN CUERPO Y ALMA y sigan APRENDIENDO.

Lic. Susana Martínez

Directora Pedagógica

Fundación Educativa Ligorio             

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